martes, 21 de junio de 2022

La Histórica 2022

 

 

Tierra de Pinares, Abejar, Soria. Acero, cromo, mallot de lana. Estamos en La Histórica, marcha de ciclismo clásico que reúne a más de 250 locos aficionados a las bicicletas de más de 40 años. Cables de freno al aire, cambios en el tubo diagonal del cuadro, calapiés y ruedas que han dado ya muchas vueltas. Mucho calor en esta mañana de la décima edición de la Histórica, muy especial después de tres años de ausencia por la pandemia. Jornada marcada por el buen ambiente, el compañerismo y la pasión por ese ciclismo de antaño. La Histórica es una cita a la que acuden profesionales de la talla de Perico Delgado, Julio Espeso, Juan Vitoria, Gómez Rivero, Serguei Smetanine, Andoni Balboa, Iñakí Gastón, Santiago Portillo, Enrique Aja, Andréi Zinchenko que, junto al organizador de la marcha Alberto Faricle y nuestro querido Félix García “Pirelli”, no se pueden perder.



Pasadas las 9.30 horas, Pirelli cortó la cinta y Perico prendió la traca que daría comienzo a la marcha. Arranco del frontón de Abejar en dirección a Cabrejas del Pinar, 60 kilómetros de asfalto y pistas nos esperaban y pondrían a prueba tanto a los participantes como a sus monturas. Precioso paisaje entre pinos, vacas, añejos pueblos y torreznos, por algo en esta décima edición se rendía homenaje al torrezno de Soria y cada participante ha donado un euro solidario para Alzheimer Soria. Lejos del crono, lo que primaba era reconocer a los viejos conocidos que, endogámicos, nos vamos buscando marcha tras marcha, quedada tras quedada. En solitario, en pequeños grupos, o formando verdaderos equipos como el club Cenicero, Clásicos de Aranda, el club Zeus, el club ciclista Los Muros o la agrupación ciclista de Abejar, todos disfrutábamos del buen ambiente, del caluroso día y del vino dulce en Muriel El Viejo, de los Torreznos en Catalañazor o del vermut en Cabrejas del Pinar. Y eso sin contar la comida de hermandad a la llegada en el pabellón de Abejar. 





Carreteras en las que tienes que llevar más cuidado con las vacas que con los coches, pistas y caminos de tierra que acechan a los participantes para regalar aquí y allá algún que otro pinchazo y la verdadera “puñalada” del “Col de Pepinil” en mitad de la digestión. ¡Cómo subían y bajan los torreznos por el esófago! Una de las cosas que me ha llamado la atención ha sido la manera en que se han volcado los vecinos de los pueblos por los que pasábamos, o la paciencia de Perico Delgado compartiendo selfies con el pelotón o como asistencia técnica, especialmente con las chicas si necesitaban un empujoncito.



La cita arrancó el sábado con mercadillo, hamburgesada y concierto country en los que el personal participó, no sé si la palabra sería disfrazados o vestidos de cowboys. Todo participante tuvo su bolsa de corredor con productos de la tierra y un mallot que homenajeaba a la combinada que lució en 1991 Miguel Induráin. La histórica nació en 2012 de la mano del amigo Alberto Faricle y como el mismo dice “…nace para acoger a un acontecimiento de prestigio que de a conocer a nuestras regiones, tanto por su patrimonio histórico como por sus excepcionales paisajes…” y creo que lo está consiguiendo, solo tenéis que inscribiros para la próxima en 2023 y viviréis en vuestras propias carnes esa atmósfera retro de los tiempos épicos del ciclismo y sobre todo ese compañerismo que ya no se ve en las marchas ciclistas de estos tiempos.



Mariano Vicente, junio de 2022

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